jueves, 5 de junio de 2008

La estampa de mi coche

Corría el año 2.002 cuando el Martes Santo le andube cagrejeando desde Orfila hasta la entrada en El Duque. A los que nos gusta esto, disfrutamos andando como los cangrejos delante de los pasos. De aquellas, aún no sacaba nada el Martes Santo y podía disfrutar de todas las cofradías en la calle. Dispuestos a salirnos de la bulla de delante del paso, un nazareno de la presidencia, bajito y entrado en edad (por lo que se podía intuir por las arrugas del rostro que los agujeros del antifaz dejaban ver) nos paró y nos regaló una estampita del Señor. Tras darle las gracias, le di la vuelta y en aquel momento sentí cuál era el sitio de esa estampa. Al llegar al coche, tras una jornada agotadora, saqué la estampa de la cartera y la puse en una de las uniones de las piezas decorativas del coche ... y ahí ha permanecido hasta hoy, día en que mi coche ha pasado a mejor vida.Mi coche era único y emblemático allá donde quisiera que fuese. Cuántos recuerdos, cuántos momentos vividos, cuántas emociones y cuántos lamentos, cuántos cielos de estrellas divisados por su particular techo solar, cuantos transportes de insignias, enseres y altares, cuántos kilómetros para ver o sacar cofradías, para rezarle cerquita al Señor de Sevilla o a la Reina de las Marismas, para disfrutar de una tarde de playa o para disfrutar de dos mellizas que me alumbran cada mañana ... y un largo etcétera. Siempre conmigo, siempre con una ropa en el maletero por si hiciera falta en un caso extremo y hubiera que sacar cualquier paso, con papeles llenos de proyectos, con planos obsoletos pero llenos de cariño.
En breve tendré otro coche, nuevo y mejor ... y otro coche donde colgaré las medallas que ahora acabo de descolgar y donde presidirá esta estampa que sin ser de mi titular a buen recaudo siempre me ha ayudado a llegar.
Tal como dice en el reverso de la estampa, una vez más "te pedimos Señor nos concedas Salud y Buen Vaje".

4 comentarios:

La gata Roma dijo...

Me tienes ganada, por mil cosas y hoy, una más. Me alegro de que mi Cristo te acompañe en cualquier coche que tengas, dándote siempre Salúd y Buen Viaje. Últimamente se porta muy bien conmigo, me alegro de que también lo haga contigo, y que la racha nos dure. Él sigue en su ventana, los transeúntes lo miran, aunque ya nadie cruza La Puerta de Carmona, pero muchos como tú, lo llevan en el coche.
Kisses y hoy, que ni es martes, te deseo Salúd y Buen Viaje de color celeste y crema.

Reyes dijo...

Parece mentira, pero cuando cambias de coche dejas una parte de tí con él, y coincido contigo en los momentos vividos en su interior, algunos inolvidables y otros, de distinta manera, también inolvidables.
Yo llevo colgada la medalla de la Amargura, junto con una reliquia de Sor Angela, del retrovisor.
En la palanca de cambios hay un huequito donde pongo la foto de Ella que sustituyo de besamanos en besamanos.
Hay veces que pienso que algo me protege, siempre voy con mis hijos y muchas veces, por mi precaución o por la suerte, me he librado de algún percance.
Y estoy segura que lo que llevo colgado del retrovisor tiene mucho que ver.

Herodes Antipas dijo...

Primero de todo agradecerte tu visita a mi blog, y sobre todo felicitarte por el tuyo y por una entrada tan dulce como la mirada del Señor de la ventana de la PuertaCarmona.
Mi mujer se pone negra cada vez que baja la misma visera donde tú llevas la estampa del Señor: Gran Poder, Amargura, Rocio, Maria Auxiliadora, Los tres titulares de San Benito...
Paso a enlazarte, si te parece bien.
Un fuerte abrazo.

Moe de Triana dijo...

¡Mú buenas miarma!

Aquí vengo asomándome por tu bló, te he estaoo leyendo por otros pero no tenia constancia de que tuvieras uno propio.

Enorme entrada esta, genial lo de llevar una ropa siempre en el maletero por ai hay que sacar algún paso, di que sí, que nunca se sabe donde puede faltar uno o donde nos pueden dar cuelo...

Estampitas de esas, todos tenemos varias, y cada una con una historía diferente, tal vez sea por eso que muchos las consideremos mágicas.

¡Un saludasso, y ya nos vemos por aquí más a menudo!