lunes, 5 de mayo de 2008

Caballo de Cartón








Andaba de curso en Madrid con una compañera conocedora de mi pasión por Sevilla y por el Maestro. En los ratos libres, como es lógico, salíamos de turismo. Buscando el hotel para descansar nos adentramos en las tripas del Metro siendo sorprendente que tomábamos en aquel momento la línea de la que habla Sabina en su canción. Ni corto ni perezoso me dispuse a entonarle como mejor pude aquel estribillo que dice: "Tirso de Molina, Sol, Gran Vía ..." poco más pude cantar pues en breve me saltó con lo de siempre, "ya estás con el Joaquinito ese", "te va a dar algo chiquillo" ... yo seguía a lo mío a la par que dos jóvenes vagabundos nos sacaban algunas perras para un billete a Barcelona. Casualidad que estos jóvenes de mala pinta subiesen codo con codo con nosotros al vagón, cosa que produjo cierta inquietud en mi compi (es lo que nos suele pasar cuando sentimos "peligro"). Lejos de la realidad, y al parar en la siguiente estación estos jóvenes, haciendo honor a su condición alzaron la voz y entonaron aquello mismo que hacía pocos minutos tuve el valor de cantarle a esta niña.


Un escalofrío recorrió mi cuerpo e hizo que se me saltaran dos lágrimas que recorrieron mis mejillas ... y es que me di cuenta de primera mano de aquello que siempre me dice un buen amigo e instructor en este Genio: "Sabina es tan grande que llega hasta donde menos lo esperas". Cierto, ¿quién me iba a decir que en las entrañas madrileñas iba a sentir al Maestro más vivo que nunca?.


A Dama y a Gata que está en lo cierto, ya que yo la primera vez que lo vi pensé que sería la última (estaba bastante perjudicado) y desde entonces me faltan dedos para contar las veces que lo he visto ... de cerca, de lejos, con más y menos gente.

7 comentarios:

Izquierdasso dijo...

No he podido contenerme. Retomo desde hoy mi blog. Espero sea de vuestro agrado. Aquí empieza mi historia escrita en un blog.

Un abrazo a todos.

Reyes dijo...

Me das la alegría mas grande de este ciber mundo de magia y locura.
Te escribiré como Dios manda en un ratito.

¡que alegría!

Reyes dijo...

Ya estoy aquí.
He leido tu entrada con pausa y sin prisa y reconozco que cada vez que voy a Madrid, que dicho sea de paso, siempre es de Atocha a Barajas, por motivos de "anual salida extraordinaria", me acuerdo de Sabina, y como el metro que te lleva al aeropuerto, en uno de sus transbordos, pasa por esa misma ruta, es inevitable ponerle música al plano que ilustra tu entrada.
Además, posiblemente, sea mi canción favorita de él.
Este año pasado estuve en Ubeda, y no me recordaba tanto a él como me ocurre en Madrid, y eso que, en el libro de Muñoz Molina que narra muy "camufladamente" la infancia de Joaquín, se describen los sitios por donde yo estuve.

En cuanto a tu blog, pues te digo que estoy encantada, que ojalá lo vayas engordando con historias sabineras o no sabineras, pero que seas uno más de este maravilloso rincón que, al menos, se suele reunir en mi salón.

Ahora soy yo la que te digo a tí aquello de "Por un sevillano rancio, pierdo los cinco sentíos..."
Gracias por volver, y quedarte.

Un besazo.

Reyes.

el aguaó dijo...

Esta noche me he sentado frente al ordenador. La ventana abierta y la brisa de la noche acariciándome mientras paseo por la red. De fondo... Sabina. De blog en blog. De amigo en amigo. Y en el salón de mi amiga Reyes, me encuentro con un habitual: Izquierdasso. Esta vez puedo entrar en su perfil y... et violá! en su blog.

Magnífico querido amigo, permíteme la felicitación y la enhorabuena.

Ahora no suena "Caballo de Cartón" sino "La canción más hermosa del mundo", aunque la primera es una de mis preferidas.

Será un placer volver y perderme por tu rincón.

Un abrazo.

Izquierdasso dijo...

Bueno, gracias por las palabras. Ahora espero no defraudar.

Dama: poco me sorpende ya de vos, pero ¿dónde quedó aquello que en cierta ocasión te dije y tu ahora me remites?, ¡vaya memoria! ... de mis primeras intervenciones en esto de los blogs ...

Un abrazo.

La gata Roma dijo...

Genial que vuelvas a retomar el blog… La historia del metro, tan auténtica como el propio Sabina… Yo también recuerdo esa canción cuando cojo esa línea, o cuando mis manos archivaban mientras mi mente se escapaba de aquella oficina gris…
Mi historia en el concierto en solitario en Septiembre del año pasado ya te la contaré porque tenía tela…
Kisses

María_azahar dijo...

Felicidades por haber tomado la decisión de retomar el blog, del cual estoy segura vas a sacarle mucho provecho. Un saludo.

Charo.