sábado, 30 de septiembre de 2006

28-S. Sabina en Directo.

Dos dias después de sentir profundamente en el concierto con el que el poeta golfo nos deleitó en el auditorio de la cartuja, sigo sin palabras, ni siquiera formas, para explicar lo que significó el echo de asistir al mismo.

Un buen amigo me contaba unos dias antes que "llorar y reir es sentir" y que en el concierto de Sabina "alcanzaríamos el nirvana y saborearíamos el mejor de los sabores". Quizás lloramos, quizás reimos, quizás alcanzamos el nirvana, quizás saboreamos el mejor de los sabores ... Hoy, dos dias después sigo sin saber si de verdad estube o solo fué un sueño.

Permítanme disfrutar de una de mis letras preferidas, y quizás el mejor de los momentos del concierto:


Y Sin Embargo
De sobras sabes que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera,
por ti la vida entera;
y, sin embargo, un rato, cada día,
ya ves, te engañaría con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera.

Ni tan arrepentido ni encantado
de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado
tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos
sólo calan los besos
que no has dado,
los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una emboscada,
el pasillo de un tren de madrugada,
un laberinto
sin luz ni vino tinto,
un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando
y, sin embargo, cuando
duermo sin ti contigo sueño,
y con todas si duermes a mi lado,
y si te vas me voy por los tejados
como un gato sin dueño
perdido en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla tu hermosura.

No debería contarlo y, sin embargo,
cuando pido la llave de un hotel
y a media noche encargo
un buen champán francés
y cena con velitas para dos,
siempre es con otra, amor,
nunca contigo,
bien sabes lo que digo.

Porque una casa sin ti es una oficina,
un teléfono ardiendo en la cabina,
una palmera
en el museo de cera,
un éxodo de oscuras golondrinas.

Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina
y bailes sin orquesta
y ramos de rosas con espinas,
pero dos no es igual que uno más uno
y el lunes al café del desayuno
vuelve la guerra fría
y al cielo de tu boca el purgatorio
y al dormitorio el pan de cada día.



Gracias.